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LA INSENSIBILIDAD CREA MOUNSTROS!


Si por un momento te detuvieras a reflexionar y dejaras de llenar tu mente con estúpidas y típicas excusas y justificaciones te darías cuenta de que la ciencia de la nutrición respalda que podemos obtener todos los nutrientes que necesitamos para estar sanos y fuertes sin necesidad de violar los intereses fundamentales de otros animales para comer sus cuerpos, incarles el tenedor y presionarles el filo sanguinolento de un cuchillo para teñir nuestra boca de mortaja putrefacta.

Es muy claro que aún cuando poseas un corazón y un cerebro y se te considere biológicamente humano, no lo eres en realidad. Estár a gusto con tu condición de bestia al tomar a los demás animales carnívoros como tu MODELO MORAL a seguir, a sabiendas de que tus acciones causan mucho daño y sufrimiento; a sabiendas de que eres de una especie que debería ser auto-perfectible ya que posee el privilegio de razonar, por lo cual se esperaría un poco más de sensatez, más sabiduría, más humanitarismo, bondad, piedad y empatía hacia la terrible agonía de millones de seres que son obligados a nacer, condenados a sufrir y destinados a morir para que engendros como tu, puedan tragarlos tranquilamente, sin remordimiento, sin arrepentimiento, sin considerar el terror, el dolor, y padecimientos psicológicos y emocionales que hubo detrás de tu comida y que tu bípedo egoísmo te impide reconocer...


Tu eres libre de elegir comer excremento si así lo deseas, porque el excremento no sufre, no chilla, no brama de dolor ni patalea debido a la agonía de morir desangrado, asfixiado, en constante temor a la muerte...pero si no posees la capacidad empática para darte cuenta de que una cosa es ser libre de pensar lo que quieras y otra cosa es ser libre para actuar como quieras y de que tus acciones perpetúan el dolor en el mundo...entonces no mereces ni siquiera leer este post....ya que si nada sientes por el sufrimiento ajeno,si tu corazón ya no es capaz de conmoverse... es que ya hace mucho que estás muerto...y hay que dejar que siga diluyéndose tu sangre infectada con el fruto venenoso de tu indiferencia, cómplice de tanta estupidez...