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EL MITO DEL CALCIO



El calcio es el mineral más abundante en el cuerpo, el 99% esta en los huesos y dientes. La ingesta excesiva de proteinas de origen animal, limita la absorción del calcio. Para reducir la excrección renal de calcio se debe reducir el consumo de sal, la cafeína y el sedentarismo.

La leche vacuna, al igual que cualquier producto alimenticio derivado de los animales, tiene un nivel de proteína animal muy alto, al ingerir, esto torna a nuestra sangra ácida inmediatamente (cuando nuestra sangre normalmente es neutra). Entonces para volverse neutra, como debería ser, nuestro cuerpo tiene que usar el fosfato de nuestros huesos (calcio y fosfato son los 2 elementos que componen nuestros huesos), y el calcio queda suelto, entonces lo liberamos por la orina, nos descalcificamos.

Muchas personas piensan que prescindir de la leche puede provocarles pérdida de calcio y problemas como la osteoporosis pues la televisión, la prensa y la mayoría de los médicos repiten que la solidez de los huesos depende de su cantidad de calcio y sólo el consumo diario de productos derivados de la leche puede aportarles en cantidad suficiente ese precioso calcio. Sin embargo, el peligro de la falta de calcio es una ilusión. Es cierto que la leche de vaca es rica en calcio pero una vez en el tubo digestivo humano la inmensa mayoría del mismo es precipitado en forma de fosfato de calcio y expulsado a través de las heces fecales. Sólo una pequeña parte es absorbida. El calcio asimilable es aportado en cantidad más que suficiente por los vegetales: hortalizas, verduras y legumbres,como acelga, brocoli, espinaca, etc y frutos secos y frescos. Además el calcio es un mineral muy abundante en el suelo donde es recuperado por las raíces de las plantas. En definitiva, eliminar de la alimentación la leche animal no provoca carencia de calcio.

Datos científicos:


El Dr Weinsier, presidente del Departamento de Ciencias de la Nutrición de la Universidad de Alabama en Birminghan, en un estudio publicado en el año 2000, concluyó que “no está científicamente demostrado que deba recomendarse la ingesta de lácteos diariamente para promover la salud ósea” (Weinsier RL, Krumdieck CL. Dairy foods and bone health: examination of the evidence. Am J Clin Nutr. 2000;72:681-689.)

La AMERICAN DIETETIC ASSOCIATION afirma que los veganos no parecen necesitar suplementos de calcio en su dieta por el hecho de no tomar lácteos, y argumenta que las deficiencias de calcio en cualquier tipo de dieta vegetariana son raras y que existe poca evidencia científica que demuestre que ingestas por debajo de las recomendaciones causen problemas de salud en los vegetarianos (Messina VK, Burke KI. Position of the American Dietetic Association: vegetarian diets. J Am Diet Assoc. 1997;97:1317-1321.)

De nuevo, la AMERICAN DIETETIC ASSOCIATION afirma que “las personas que siguen una dieta vegana pueden mantener su balance de calcio con bajas ingestas, debido a que sus dietas contienen menos sodio y me­nos proteína” (Position of the American Dietetic Association and the Canadian Dietetic Association: women's health and nutrition. J Am Diet Assoc. 1995;95:362.)

En marzo de 2003, la revista Agricultural Research publicó un estudio sobre este tema realizado por expertos del Centro Occidental de la Investigación de la Nutrición Humana situado en Davis, California. En él, los autores dividieron a 48 mujeres en dos grupos, vegano y omnívoro, y tras un seguimiento de diez meses concluyen que, pese a que la resorción ósea fue igual en los dos grupos, la formación de hueso fue significativamente mayor en las mujeres veganistas. Este resultado sorprendió a los investigadores, ya que la ingesta de calcio era muy superior en las mujeres omnívoras (Van Load MD, Oberbauer AM, Stawasz LA. Boning up on osteoporosis. Agricultural Research Magazine 51[3], 8-9. 2003. )

En noviembre de 2004, se ha publicado un estudio en el que se observa que, a mayor consumo de lácteos, mayor eliminación de calcio (Prynne CJ, et al. Dietary acid-base balance and intake of bone-related nutrients in Cambridge teenagers. European Journal of Clinical Nutrition. November 2004, Volume 58, Number 11, Pages 1462-1471).