El hecho de que la mayoría de las personas se hayan adaptado a un modo  de vida omnívoro, no significa que el cuerpo sea fisiológicamente apto  para este tipo de dieta.
Existen diversas versiones de esta  misma idea/mito. Sobre el hecho de que según la carne ayudó al aumento  de nuestro cerebro. Algunas de sus articulaciones son las siguientes:
Comer carne…
-permitió que nuestros cerebros crecieran
-nos dio los nutrientes necesarios para que nuestro cerebro se expandiera
-nos hizo humanos
-nos hizo inteligentes
-hizo que “llegáramos hasta aquí”
Pero hoy toca debatir ese argumento acerca del 
SUPUESTO AUMENTO DEL  TAMAÑO DEL CEREBRO GRACIAS A LA INGESTA DE CARNE. (Es imperativo ver de  donde nos viene este mito, esta errónea creencia)
Curiosamente  cada vez que uno de esos defensores de estas ideas/mito nos afirma  alguna de estas cosas, jamás nunca nos dan los fundamentos causales  entre "comer carne" y el "aumento en el tamaño del cerebro" y esto es  porque solo repiten los errores en los que han sido criados pero sin  bases, sin información clara y precisa y ese siempre será su punto  débil.
A este tipo de gente se le podría responder algo como esto:
En 1995 Leslie Aiello y Peter Wheeler, presentaron la hipótesis del  tejido energeticamente costoso. La cual relacionaba el incremento del  cerebro con una reducción en el tamaño del intestino humano. (Basado en  el principio biológico de la Ley de Kleiber) Así, el  austrolopitecus,  tenia el mismo tamaño que nosotros y el mismo índice metabolico, pero  nosotros un cerebro 4 o 5 veces mayor que ellos.
Por lo tanto  nuestro aparato digestivo debió disminuir para que el cerebro pudiese  crecer. Esto implicaba que para conseguir los nutrientes necesarios,  tuvimos que cambiar a una dieta más rica en nutrientes. De modo que  en  esta hipótesis Aiello y wheeler  propusieron la carne y otros productos  animales. De ahí viene este mito tan conocido por todos nosotros...
Sin embargo no fue la carne lo que aumentaría el cerebro en esa  hipótesis, sino el cocinar con fuego, y de este modo aprovechar de  manera más efectiva los nutrientes, sin derrochar grandes recursos de  energía de nuestro organismo durante el procesamiento de esos alimentos  dificiles de digerir y con grandes cargas tóxicas.
Así pues,  dentro de la hipótesis del tejido energeticamente costoso, se considera  que mejorar la calidad de la alimentación, mediante el uso del fuego  permitió liberar de carga de trabajo excesiva al aparato digestivo y re  direccionar esa  energía ahorrada en la digestión y procesos del hígado y  riñones, hacia un mayor tamaño del cerebro.
No es muy difícil  comprender por sentido común, que si nuestra dieta original la hacemos  constar de vegetales, cereales, frutas, leguminosas etc (que son los  alimentos adecuados para nosotros) le estaremos reduciendo la carga de  trabajo a nuestro aparato digestivo, nuestros riñónes e hígado y esa  energía que tendría que utilizarse para procesar alimentos nocivos como  la carne y demás "productos" derivados de animales, la energía que  tendría que gastarse en arrastrar cada miembro de nuestro adiposo cuerpo  durante el proceso de locomoción debido a la obesidad causada por la  ingesta de carne y sus derivados.... Toda esa energía....al volvernos  VEGANOS, se ahorraría y se redireccionaría hacia nuestro cerebro  incrementando enormemente su funcionamiento.
Referencias: Navarrete, van Schaik & Isler. 2011. "Energetics and the evolution of human brain size" Edit. Nature