Las  gallinas ponedoras pasan su existencia en jaulas de grupo de hasta ocho  pisos. 22 gallinas comparten un metro cuadrado, el hedor es  insoportable. Ya a los 14 o 18 meses de estár en la cámara de la tortura  de gallinas no pueden cumplir con el rendimiento de poner lo que se les  exige y van a parar al matadero. Casi una quinta parte de ellas ni  siquiera sobrevive ese año y medio y mueren de estréss, de enfermedades  infecciosas o enfermedades de los huesos.























