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CAZAR CONTAMINA EL AMBIENTE, Y TAMBIEN TU ALMA...




Está demostrado que el plomo empleado tradicionalmente como munición de caza es un metal pesado extremadamente tóxico. Es un residuo que una vez vertido de manera incontrolada en forma de millones de balines sobre las aguas de lagos, pantanos y humedales acaba por disolverse en forma de sales contaminando gravemente todo el ecosistema y afectando al conjunto de la cadena trófica, incluidas las ansiadas presas de los cazadores. Datos oficiales indican que cada año se esparcen entre 3.000 y 5.000 toneladas de plomo, lo cual causa la muerte directa de entre 30.000 y 50.000 aves acuáticas. 

El hombre que comprende toda la importancia moral de la piedad, no retrocederá ante el temor de que sus manifestaciones puedan hacerle parecer ridículo a los ojos de los demás. Nada le importa que, soltando un ratón cogido en la ratonera, provoque las burlas o la desaprobación, puesto que sabe que no tan sólo ha salvado de la muerte a un animal que anhelaba vivir, sino que ha dado paso al sentimiento de la compasión, y hacia la manifestación superior del amor universal que le identifica como un verdadero ser humano.

Los cazadores obran de un modo diametralmente opuesto; no una sola vez por casualidad, sino siempre, ahogando en sí el precioso sentimiento de la caridad. Así se aplasta, apenas nacida, la flor de la piedad, que, creciendo, haría desarrollarse el sentimiento más elevado y perfecto del amor. En este constante suicidio moral estriba el mal peor de la caza. Mírese como se quiera, la caza siempre será un acto estúpido, cruel y pernicioso para el sentimiento moral, porque su unico argumento es el especismo. Por lo tanto solo puede ser llevado a cabo por una motivación egoísta y psicopática, es por ello que no se concibe el que una persona que dice amar a los animales y defenderlos, pueda contar entre sus amistades a cazadores y referirse a ellos como: "Buenas personas". Para una mente congruente y sana, esta expresión equivaldría a: " Mi amigo el violador", " Mi amigo el pederasta", "Mi amigo el asesino serial"... a ningun ser humano con sentido común se le ocurriría mencionar semejante tipo de aberraciones, entonces ¿ Porque continuamos alcahueteando la perversidad, al no señalarla, rechazarla, reprenderla, y desterrarla como se debiera? 

Si no eres capaz de ver a un cazador como el MOUNSTRO que es y no eres capaz de tratarlo como realmente se merece, entonces su influencia y veneno ya te alcanzaron y has dejado de ser un "humano" en quien confiar....