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ANECDOTAS EN LOS RASTROS DE AVES

" ...he visto hielo seco en los rectos de los pollos para hacer que revienten... He visto a mis compañeros meter la cabeza de uno en el recto de otro y otro y así hacer una especie de "tren" de aves. He visto a gente asestar golpes a las aves contra la cinta, lanzarlos contra las paredes...

...pisotearlas, lanzarlas a ventiladores, aplastarlas tan fuertemente que las heces salpicaban sobre otro trabajador (podías oir los huesos de las costillas reventar cuando hacían esto). Estos eran sólo algunos de los pequeños "juegos" que los compañeros tenían...."

"...También estaban los actos ordenados por los supervisores... Era obligatorio tirar de los aves colgadas de una pata en la línea, incluso si ello significase arrancar esa pata de la que colgaba el pollo.




Cuando un pollo tenía su cabeza colgando por debajo de sus patas en el gancho, nos ordenaban arrancarla.



El superintendente mismo del turno de noche nos ordenaba tirar a los inservibles al contenedor vivos para ahogarse lentamente hasta morir por aquellos que estaban encima o ser enterrados vivos en el contenedor (donde se tiraban todos los restos, partes indeseables, como partes heridas, cabezas, plumas, intestinos, etc.)....No era raro para mi tener que matar hasta 30 aves de una fila. Y sabía que no podía cogerles a todos, no podía. Para que los pollos se desangren antes de que lleguen a la escaldadora, tanto las arterias carótidas como la yugular deben ser cortadas sin llegar a cortar la médula espinal. Si cortas los nervios de la médula, el corazón deja de latir y la sangre sólo gotea en vez de salir a borbotones, así que el ave no se desangra del todo antes de que llegue a la escaldadora...las aves estaban colgando allí en esos ganchos, indefensas, y no podían escapar...cuando perdía uno, oía al ave ir viva hacia la escaldadora, azotándose y chocando contra los lados hasta que moría lentamente...."